jueves, 12 de noviembre de 2020

Orígenes del Calzado de Protección

 


Desde los albores de la historia el hombre se ha distinguido por sus industrias. Por el hecho de que su deseo de conservación y su temor a lesionarse no eran entonces menos intensos de lo que lo son en la actualidad. La prevención de accidentes se practicaba indudablemente en cierto grado, aun en las civilizaciones más remotas.

La verdadera necesidad de seguridad organizada, no llego sino hasta el advenimiento de lo que se llama “la edad de la maquina” y el movimiento de seguridad, como existe hoy, es estrictamente una innovación moderna. El nacimiento de la fuerza industrial y el de la seguridad no fue simultáneo, ya que la incorporación de operarios ingleses en las fábricas vino acompañada de condiciones de trabajo y de vida detestable, llegando hasta la degradación. Dos terceras partes de los obreros eran mujeres y niños, cuyo tiempo de trabajo era de 12 a 14 horas al día. Las protecciones de las maquinas se desconocían. Las muertes por accidentes profesionales y mutilaciones, eran frecuentes.

En 1833, en Inglaterra, con la creación de la Ley de Fabricas (Factory Act) se estableció la inspección gubernamental de fabricas y se limito el número de trabajo para niños, pero no fue sino hasta 1850 cuando comenzaron a verificarse las mejoras verdaderas como resultado de las recomendaciones hechas entonces. Así también se mejoraron las condiciones sanitarias y de seguridad, tales como el suministro de protecciones para engranajes y transmisiones. En 1867, se amplió esta ley, incluyendo mas enfermedades, exigir protección contra accidentes, ventilación mecánica para la eliminación de polvo, prohibición de ingesta de alimentos en los ambientes nocivos de las fabricas, la inspección médica se inicio en 1897 al promulgarse las “leyes de compensación”.

Si bien no son muchos los antecedentes conocidos sobre trabajos de prevención en la seguridad en nuestro país, todo recae sobre la creación y participación en nuestra sociedad de los sindicatos., y donde 3 de cada 10 personas que vivían en nuestro país eran inmigrantes quienes influenciaron con una cultura laboral distinta. Fue así, que estos trabajadores se aunaron para luchar juntos contra las condiciones de trabajo hostil y de explotación que eran moneda corriente para esa época. También reclamaban la cantidad de horas de la jornada laboral, mejoras salariales, condiciones sanitarias óptimas y la existencia de medidas de seguridad. Entre ellas el calzado de protección. A lo largo del siglo pasado el Calzado de Protección  ha sido una prestación al personal muy peleada por los sindicatos que buscan la integridad física durante las jornadas laborales.

Afortunadamente en la última década el calzado de protección ha pasado poco a poco de ser una obligatoriedad cubierta por un calzado de bajo desempeño, poca durabilidad, incómodo, pesado e inclusive poco estético, y el usuario actual ya no se conforma con este pasado, actualmente el usuario es un profesional conocedor de sus necesidades y por tanto hoy día las necesidades son de un calzado de protección que este normado, probado en laboratorios y certificado en sus niveles de desempeño, asegurando al usuario: 1) Perfiles de confort, 2) Suelas con cualidades específicas, 3) Diferentes tipos de materiales para las punteras de protección, 4) Plantillas perforación de última tecnología, 5) Ergonomia, 6) Biomecánica y 7) Estética en el diseño del calzado de protección.

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